¿Alguna vez te han dicho que meditar te hará más feliz, por lo que pones “meditar más” en tu lista de tareas pendientes solo para ignorarlo porque parece una tarea demasiado compleja de abordar? Ciertamente no estás sola. Sin embargo, la realidad es que, si bien la meditación puede parecer difícil de lograr, en realidad es tan simple como respirar profundamente una vez o dos ... o tres.
Respirar profundamente activa el sistema nervioso parasimpático, que vela por el descanso y la recuperación de tu cuerpo. Además, puede ayudar a mejorar instantáneamente su estado de ánimo. La próxima vez que te sientas estresada, inhala profundamente tres veces por la nariz y exhala por la boca para ayudar a que bajen tus niveles de cortisol (la hormona del estrés).
¿Buscas aún más formas de meditar más sin cambiar tu estilo de vida? Prueba esto:
1. Presta atención
No se trata de apagar el cerebro, sino de estar intensamente presente en la tarea en cuestión. Toma como ejemplo cocinar una comida. Concéntrate en cómo se siente el cuchillo cuando cortas verduras o en el sonido del chisporroteo en la sartén. Luego, cuando se trata de comer el plato, concéntrate en eso también, pero sobre todo inhala, exhala y percibe el mundo a tu alrededor.
Puedes aplicar este enfoque a muchas tareas pequeñas a lo largo de tu día. Como dice el maestro consciente Ekhart Tolle, autor de El poder del ahora: “Cuando te lavas las manos, cuando preparas una taza de café, cuando esperas el ascensor, en lugar de permitirte pensar, todas estas son oportunidades para estar allí como una presencia quieta y alerta".
2. Aprecia cada bocado
Trata de no devorar tu comida sin apreciarla. En cambio, deténte. Toma un respiro. Mira tu comida. Piensa en el trabajo que se llevó a cabo en cada elemento de lo que está en tu plato. No solo en tu cocina, sino antes en el cultivo y transporte de cada ingrediente. ¿No es increíble? Aprecia que cada bocado de este alimento nutrirá tu cuerpo y le dará la energía para funcionar. Fíjate en los sabores, aromas y texturas.
Si puedes hacer esto en cada comida durante dos minutos, estás agregando más de 40 minutos de meditación a tu semana. Este es el secreto para incorporar la meditación en tu vida, solo hacer un poco cada día.
3. Prepara tu día de forma consciente
Como empiezas la mañana marca la pauta para el resto del día. Así que ponte en marcha para un día consciente con algo de quietud por la mañana. Tómate unos minutos y algunas respiraciones profundas para concentrarte en dónde te encuentras y en el momento presente. Observa cómo se siente tu cuerpo por la mañana.
Luego, cuando alcances tu teléfono, no rebotes entre aplicaciones. En su lugar, concéntrate en leer algo que te ayudará en el día que tiene por delante (como los artículos de nuestro blog).
4. Practica mientras esperas
¿Esperando en la fila? ¿Sentado en una sala de conferencias? ¿En un semáforo en rojo en el tráfico? Guarda el teléfono.
Está presente. Respira y sé agradecida. Lo que entendemos por mindfulness es en realidad la capacidad de sentir y estar en el aquí y ahora. Inhala, exhala y observa el mundo que te rodea. Incluso si te sientes incómoda o irritada, observa ese sentimiento.
Una vez que comiences a incorporar algunas de estas tácticas en tu vida, es posible que te sientas más feliz y saludable. Estas prácticas nos acercan más a la capacidad de resolver nuestros problemas diarios, relacionarnos de manera significativa y contribuir al mundo en el que vivimos.
Pero no te preocupes si no puedes hacer los cuatro, o si olvidas algunos días, solo se trata de hacer lo que puedas y apreciar el ahora.